Damasco Turco

Este fruto seco se compone de damascos deshidratados con calor solar o artificial, lo cual lleva a que se concentren mejor todos los nutrientes de la fruta.

El damasco turco deshidratado es un fruto seco altamente enérgico que contiene fibras, hidratos de carbono y diversos minerales, como potasio y calcio. Esto lleva a que su consumo ayude a fortalecer los huesos, reducir los niveles de colesterol en la sangre y mejorar la visión.

Es un aliado del deportista porque es una excelente fuente de energía, hierro y cobre. Los damascos turcos son también muy ricos en vitamina A y fibra, que son eficaces contra el estreñimiento temporal y reducen el riesgo de cáncer de colon.

Tiene un fuerte poder antioxidante (mayor que en la fruta fresca), lo que reduciría la aparición de enfermedades cardiovasculares, cánceres y enfermedades relacionadas con el envejecimiento.

Es una fruta rica en vitaminas B3, B5, C y K, así como en minerales (magnesio, fósforo, potasio). Su fuente de potasio las convierte en un remedio contra los calambres. Los albaricoques turcos tienen fama de ser los mejores.

Uso del damasco turco:

Puedes utilizarlos en todos tus postres. Me vienen a la mente pasteles, tartas, magdalenas y tartas varias. No dudes en cortar pequeños trozos en tu yogur o requesón..

Al igual que los higos secos, se pueden cortar trozos en las ensaladas. Utilízalos cortados en trozos pequeños para dar sabor a tus relleno. Combínalos con cualquier fruto seco: anacardos, nueces, piñones, pistachos, etc. Es un fruto seco que combina muy bien con el jengibre.